A veces me sorprendo cuando camino por la calle silbando, porque sí señores, aún hay gente que silba, y veo en el poste de la esquina el típico papel pegado con cinta y con flecos recortados en sus bordes para arrancar lo que sería la tarjeta de visita con el nombre y teléfono del prestador del servicio, solo que en este caso no se trata de un fontanero ni de un electricista sino de un pseudo-programador o sucedáneo que promete desarrollar tu web por el módico precio de 50€.
– Vaya, qué barato que trabaja esta persona. – Pienso mientras sigo en mis asuntos.
Hace unas semanas presenté un presupuesto, al que dedico gratuitamente buen tiempo de mi trabajo, sobre un proyecto bastante específico para el cual era necesario desarrollar un plugin a medida. El cliente queda sorprendido con el precio (que no era nada elevado) alegando que un desarrollador de la India se lo hacía por muchísimo menos dinero.
Ayer mismo en la oficina de coworking estaba hablando con un compañero sobre posibles cambios en su web y me contaba que se la había hecho un amigo que es físico que actualmente trabaja en la planta nuclear «Atucha» de Argentina y que en sus ratos libres gana sus pesos extras haciendo «changas» con WordPress. Ese mismo físico-nuclear aseguraba a mi compañero que «era imposible cambiar la tipografía de su web«.
Ahí está. Ese es el punto, el trigger, el verdadero detonador de la bomba nuclear de mi paciencia.
No me molesta que gente no profesional haga webs con temas empaquetados de WordPress, para nada. Hay clientes para todos los bolsillos y gustos. Pero sí pone mi sangre a punto de ebullición que instalen gratuitamente falsas creencias en la gente que luego terminamos pagando los que arduamente estudiamos y nos perfeccionamos en esta profesión.
Amigo lector: sepa usted que se puede instalar cualquier tipografía en cualquier página web. Que no le hagan creer lo contrario.
Ahora voy a hacer una pausa en la escritura de este post para tomar aire bien profundo y evitar así una seguidilla de palabras que pueden resultar hirientes para el lector.
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Ya está. Prosigo con un par de analogías que dejarán en claro mis pensamientos al respecto:
Si después de mucho esfuerzo de ahorros decides construir una casa para tu familia, con buenos cimientos para que en un futuro cercano puedas levantar nuevas habitaciones para más hijos y un arquitecto te pasa un presupuesto muy por debajo de la media ¿No dudarías por un momento sobre sus métodos de construcción o los materiales que utilizará?
O si tienes un gran dolor de muela y no te queda más opción que aceptar el terrible paso por un dentista. En eso ves un cartel con colores fluorescentes que promete extirparte la pieza dental por 15 euros en un consultorio que parece carecer de protocolos de higiene ¿Te animarías a ceder tu salud bucal a esta persona? ¿Qué anestesia usarán? (creedme que he visto este cartel en una estación de tren de Argentina con el valor equivalente).
¿Entonces por qué sí lo haces con el desarrollo de tus páginas webs? ¿Por qué dejas en manos de personas no cualificadas el futuro de tu negocio o la cara visible de tu empresa en internet? ¿Recuerdas la frase «lo barato al final sale caro»? Créeme que en el negocio de desarrollo de páginas webs esta frase es pura realidad.
Visto lo visto llegará el día que encuentre en el Rastro madrileño un puesto con sitios webs WordPress usados y descoloridos mientras una señora excedida de peso esté del otro lado gritando: – ¡Mira qué barato mi arma los guorpré! Llévate uno para tu negocio online guapa.
Gran parte de la fama de WordPress se debe a la facilidad que tiene para instalar temas o plugins y que permite a una persona con pocos conocimientos de programación desarrollar una web decente en poco tiempo. Pero si de esa web depende el éxito de tu negocio te recomiendo que busques un profesional en la materia que pueda acompañarte en el proceso. La informática es una Ciencia (sí, con mayúscula) que lleva muchos años de estudio, dedicación y experiencia. Desarrollar una página web implica conocer en profundidad muchas tecnologías y sobretodo saber cuántas pizcas hay que poner de cada una de ellas para que tu proyecto llegue a buen puerto.
Y por si aún no ha quedado bien claro el mensaje recuerda la frase: «El proyecto barato de WordPress al final te saldrá muy caro«.
Si te apañas un poco con el inglés puedes ver en esta parodia cómo se traduce esta problemática en otros rubros:
Foto: Federico Romero.
Fabian Altahona
Excelente reflexión Mau, en mi país ocurre lo mismo y solo definimos esto como una forma de prostituir el mercado y entre colegas tratamos de mantenernos firmes en cobrar como se debe garantizando calidad y escalabilidad en lo que entregamos a nuestros clientes.
PluginsparaWordPress
Esto es otra consecuencia del cuñadismo profesional.
Con un poco de labia y un par de ratos para instalar una plantilla y 4 plugins, a vender webs como churros.
Que me las quitan de las maaaanos paaaaya.
Gerardo García Asensio
Totalmente de acuerdo. Pero lo peor no solo es que lo hagan personas con pocos conocimientos para sacarse unas moneditas…
Lo peor es ver como «agencias de publicidad» ofertan planes de WordPress y SEO sin tener ningún conocimiento y cuando digo ninguno, es no saber ni lo que es un plugin y luego cobrarte 3000 euros por una web medio rota.
Mauricio Gelves
Exactamente Gerardo, y por ver presupuestos abultados sin conocimientos técnicos que lo soporten es que hoy soy freelance. Gracias por tu comentario.
Carlos Longarela
Estupenda la reflexión y con la que no puedo estar más de acuerdo
Fernan
¡Muy buena esta entrada! 🙂
Es trabajo un poquito de todos ir limpiando las conciencias de todos aquellos que han sido alienados por aquellos que tratan de ganarse la vida suplantando a los verdaderos profesionales.
Como dices, cada uno tiene su pelea, no hay mucho que se pueda hacer, pero al menos, si no estás capacitado para realizar un trabajo, sé honesto y derívalo a otro profesional que realmente pueda encargarse. Al la larga es mejor ser honrado que poner zancadillas invisibles a los demás colegas de profesión.
Aunque solo sea por aquello del karma 🙂
SeluPress
Una reflexión que comparto de todas todas.